La Ley LOPIVI (Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia) obliga a todas las organizaciones que trabajan con menores a implementar de protección y prevención contra la violencia infantil. Esto incluye desde colegios y academias hasta clubes deportivos, federaciones y profesionales de la salud. Si diriges alguna de estas entidades, eres un sujeto obligado : estás legalmente comprometido a garantizar un entorno seguro y cumplir con cada requisito que la ley establece.
Hablemos claro. Cuando las medidas de protección no se cumplen, o los protocolos son insuficientes, el responsable eres tú. No el club, no la academia… eres tú . Y aquí no hablamos de sanciones menores: hablamos de responsabilidad penal que puede derivar en penas de prisión para los directivos y responsables.
No actuar ante una situación de riesgo para los menores, no contar con un protocolo adecuado o no garantizar un entorno seguro puede llevar a un directivo a enfrentarse a consecuencias legales serias. La ley no es ambigua: si hay un fallo en la protección de los menores, la responsabilidad recae en quienes dirigen la organización. Así de claro.
Además de la responsabilidad penal, el incumplimiento de la ley LOPIVI puede salir caro. Muy caro. Las multas pueden llegar hasta los 60.000 € , una cantidad que no todos los clubes o academias están en condiciones de asumir. Estas sanciones no solo afectan las finanzas de la entidad, sino que pueden comprometer su viabilidad a largo plazo.
¿Qué quiere decir esto? Que cada mes, cada año que pasa sin tomar medidas reales de protección, el riesgo sigue creciendo. ¿Te imaginas cómo podría afectar a tu organización recibir una multa de esta magnitud? Y más aún, ¿te imaginas tener que justificar a las familias que la seguridad de sus hijos no estaba garantizada?
Cuando la seguridad de los menores falla, el daño no se queda solo en lo legal o en lo económico. La reputación también se juega. Basta con que un solo incidente salga a la luz para que el club, academia o federación se vea manchada por un buen tiempo. La confianza de las familias es la base de cualquier entidad que trabaje con menores. Y cuando esto se pierde, las consecuencias son inmediatas.
Los padres buscan tranquilidad y seguridad para sus hijos, y cuando una organización queda señalada por no cumplir con la ley, esa confianza se evapora. Una crisis de reputación puede llevar a la pérdida de apoyo y de inscripción de nuevas familias, algo que no se recupera fácilmente.
Entonces, ¿cómo proteger a los menores y, de paso, protegerte a ti? Con la certificación Infancia Segura y Protegida ISP 21008 . No es solo un título bonito para poner en la web. Es la garantía de que su organización cumple con todas las medidas de protección, prevención y formación que exige la ley. Es la seguridad de que cada protocolo está en su sitio, que cada riesgo está controlado, y que cada persona de su equipo sabe exactamente cómo actuar.
Con la certificación ISP 21008, aseguras que tu club, federación o academia cumple al pie de la letra con la ley LOPIVI. No solo elimina el riesgo de multas o sanciones, sino que también protege la reputación de tu organización y ofrece a las familias la tranquilidad que buscan.
Cumplir con la ley LOPIVI no es un lujo, es una necesidad. Y la certificación ISP 21008 es la única llave que te asegura un cumplimiento completo, que protege a los menores y te protege a ti.
¿Vas a seguir dejando la seguridad en manos de "esto parece suficiente"? O prefieres hacerlo bien, hacerlo completo y protegerte de verdad.
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