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¿Quieres evitar sanciones? Aquí tienes las claves.

Diego Davalillo De Luis • 2 de abril de 2024

Aquí no hay excusas: Si tienes una empresa, necesitas un Compliance Penal. Punto. No es un capricho ni un trámite aburrido para cubrir el expediente. Es lo que separa a las empresas que sobreviven de las que caen ante la primera crisis legal. No lo digo yo, lo dice la realidad.


Si crees que es un gasto innecesario, mejor prepárate para lo que viene cuando cometas un error. Porque los errores, en el mundo empresarial, se pagan caros. Y si piensas que es algo opcional, ya estás jugando con fuego.


Vamos a lo importante: ¿Qué es lo que te ofrece un Compliance Penal que te salva el pellejo?


1. Liderazgo desde arriba: Si el jefe no lo toma en serio,

no esperes que nadie más lo haga. La alta dirección es el motor de un buen Compliance. Si los jefes se comprometen y son los primeros en predicar con el ejemplo, el resto del equipo va a seguir ese camino. Y esto no es solo un tema de buena imagen, es una cuestión de proteger la empresa de problemas legales, sanciones millonarias y el desgaste que supone lidiar con temas legales por no haber hecho las cosas bien desde el principio.


El Compliance Penal necesita recursos. Y no me refiero solo a papeles bien escritos y políticas de empresa que se quedan en un cajón. Hablo de asignar dinero y tiempo para asegurar que los riesgos estén controlados y que los empleados sepan bien qué hacer. Si no pones pasta en esto, luego no te quejes cuando las multas arrasen con tu negocio.


2. ¿No sabes dónde están los riesgos? Te van a explotar en la cara.

Ignorar los riesgos legales es como caminar por un campo minado con los ojos cerrados. Un mapa de riesgos no es solo un documento bonito, es una radiografía de dónde puede estallar la próxima bomba. Y aquí no valen las excusas. Es imprescindible que sepas en qué delitos puede caer tu empresa, quiénes son las personas más vulnerables a cometer errores y qué operaciones pueden salirse del carril.


Esto no es solo para grandes corporaciones. Si tienes una pyme o eres autónomo, no te pienses que te libras. Las leyes son para todos y los riesgos también. Y si no sabes dónde están esos riesgos, te darás cuenta cuando ya sea tarde y las multas caigan como lluvia en invierno.


3. Compliance Penal a medida: No copies, diseña el tuyo.

Si tratas de copiar el sistema de otra empresa porque "les funcionó", lo llevas claro. Cada negocio tiene sus propias reglas, su propio entorno y, lo más importante, sus propios riesgos. No te sirve copiar y pegar un modelo que no entiende tu sector. Aquí es donde entra en juego el diseño a medida.


El Código de Ética no es una pieza decorativa que pones en la entrada. Es un manual de supervivencia. Y si no está hecho a tu medida, con tus principios y valores bien definidos, lo único que estás haciendo es engañarte a ti mismo.


Esto va más allá de tener un código escrito. Las medidas de prevención son tu red de seguridad, desde la formación de los empleados hasta los canales de denuncia. Si no tienes esto bien implementado, no tienes nada. Y luego, cuando algo salga mal, ya será tarde.


4. Formación constante o te quedas atrás.

Aquí no hay excusas. Si tus empleados no entienden el Compliance, ¿de qué sirve todo lo demás? No puedes pretender que sepan lo que tienen que hacer si nunca les has dado la formación adecuada. Y no me vengas con el cuento de que una charla de 30 minutos una vez al año es suficiente.


La formación tiene que ser constante, actualizada, y lo más importante, adaptada a cada uno. No todos tienen las mismas responsabilidades ni los mismos conocimientos. Y si tus empleados no saben qué hacer, el día que haya un problema, no dudes que te costará mucho más caro.


5. Comunicación: Si no hablas claro, nadie entiende nada.

Las cosas claras desde el principio. El Compliance Penal no es algo que se implanta y se deja de lado. Tiene que haber una comunicación constante sobre cómo va el programa, qué cambios se hacen y qué medidas se toman. Si no comunicas, la gente no sabrá qué hacer. Si no compartes avances, nadie sabrá si el esfuerzo está dando frutos.


Crear una cultura de denuncia es otro tema crucial. Si tus empleados no se sienten cómodos denunciando lo que está mal, es cuestión de tiempo que las cosas exploten. Y cuando lo hagan, las consecuencias van a ser mucho peores que si hubieses dado la posibilidad de hablar a tiempo.


Un Compliance Penal bien implementado no solo protege tu empresa de sanciones legales, sino que además construye una confianza sólida dentro y fuera de la organización. Es una inversión que, si la haces bien, te ahorra muchos dolores de cabeza en el futuro. Y si te parece caro... prueba a no tenerlo. Porque cuando llegue la primera multa o, peor aún, un proceso penal, te darás cuenta de que no invertir en Compliance es lo más caro que podrías haber hecho.



¿Quieres dormir tranquilo? Implementa un Compliance Penal como se debe.

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